Abrió los ojos al sentir unos labios que se acercaban a los suyos y la besaban, larga y profundamente, con una pasión concebida desde el delirio, notó cómo su camisa estaba abierta dejando sus turgentes senos al descubierto con sus pezones aún duros. Y sintió cómo una humedad desbordaba su entrepierna. En la oscuridad de su dormitorio su vista se dirigió a un rayo de luz que salía de la tapa recién cerrada de su portátil.
miércoles, 28 de abril de 2010
Un rayo de luz
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♥
ResponderEliminarSí, es factible.
Un abraz♥
Excitante y extrañamente surealista.
ResponderEliminarMe gusta mucho la atmósfera de tu relato.
Saludos primaverales desde Dinamarca.
íAN.
Vine a visitarte de nuevo Diamantina pero no estabas en caso.
ResponderEliminarVen a visitarme.
Un abrazo primaveral.
íAn