jueves, 21 de octubre de 2010

Otros mares


Mientras escuchaba a Frankie cantando aquella melódica canción, recordaba esos momentos vividos, bailando al compás, juntas sus manos, sus cuerpos parecían flotar entre la neblina de aquel tugurio del puerto. Los ojos de los demás clientes se dirigieron, de pronto, en las lágrimas que ella comenzó a derramar. Su corazón se quedó seco y su mirada se hizo hielo. Y allí la dejó. Él había encontrado otros mares en los que navegar.

sábado, 16 de octubre de 2010

Triste corazón solitario

Aquel banco de ese parque que comenzó a visitar al sentir en su corazón la soledad, le recordó la historia de amor que vivió años atrás. No correspondido optó por la decisión que en ese momento creyó mejor para él. Sería una ardua tarea, como un combate en la arena, un cuerpo a cuerpo. Su corazón, triste corazón solitario, se vería abocado a permanecer subyugado a la razón de su cabeza, a un deseo cerebral más que pasional. No sería fácil salir airoso de aquel designio que el destino le había deparado. Y solo siguió amando.

viernes, 15 de octubre de 2010

Otoño


El sonido de la hojarasca pisada por tus pasos me anunciaba tu presencia. Este otoño me trae la añoranza del tiempo perdido en palabras cuando las caricias podrían haber satisfecho nuestros deseos. Los colores ocres nos devuelven a la tierra, los dorados a la gloria y los rojizos a la sangre que corre por nuestras venas y a la vida. Por qué dejarse vencer por la apatía? Por qué no luchar contra las normas y amarnos por siempre, allí donde los amaneceres son eternos y mi amor por tí infinito? Por qué el espectro de los fantasmas quedó impreso en tu mirada? Respira hondo y sígueme. Lleguemos juntos de la mano al paraíso. Sigue siendo otoño...

Cantos gregorianos


Alrededor de una gran mesa en la cocina se habían reunido para compartir mate y tortas fritas. A modo de ceremonia se pasaban el mate de mano en mano, mientras se comentaban mil y una anécdotas, reales o imaginarias, qué más daba, si con ello se conseguía arrancar algunas risas. Alguien contaba cómo había sido su visita, pocos meses antes, a un monasterio de monjes y había oido in situ sus cantos gregorianos. Y cómo impresionaba ver esas caras demacradas, emitiendo sonidos, casi vocálicos, de sus gargantas. De repente, un relámpago seguido de un estruendoso trueno apagó la luz de la hacienda. De mi cámara de fotos comenzó a escaparse el sonido de los monjes.

Dedicado a Deos, Electro y demás miembros de la familia y amigos. Gracias!

Mi última carta...


Estoy escribiendo mi última carta de amor para tí. Cuando aún el eco de tu voz resuena en mis oidos, como si de música de hojas mecidas por el viento se tratase, cuando aún siento el tacto de tus manos acariciando mi piel como si de un abanico de plumas estuviera hablando, cuando el brillo de tus ojos se reflejan aún en mi mirada cálida y apasionada como si de una hoguera se prendiese a cada instante, he de decirte adiós. Quizás, con el tiempo, sea un hasta luego. Tal vez, donde hubo fuego quedan rescoldos, pero hoy he de cerrar este capítulo de mi vida y respetar que tú y tu decisión caminen por senderos distintos al que yo transito. Siempre nos quedará.... algún lugar del mundo de mi imaginación en el que volver a encontrarnos.

Eternidad



Parecía fuerte hasta que le tuvo enfrente, y fue entonces, cuando la química que había surgido meses atrás reaccionó. Y sus robustos brazos rodearon el frágil cuerpo de mujer enamorada. Sus miradas delataban sus más íntimos deseos de besarse, acariciarse y amarse hasta el amanecer. La magia del amor les hizo volverse invisibles a los ojos de los demás. Y se siguieron amando hasta la eternidad.

jueves, 14 de octubre de 2010

Corazón de hierro


El frío corazón de hielo lo tornó de hierro para que no se le derritiera con el calor de mi amor. No sabía que con el fuego podría moldearlo a mi antojo en la fragua de mi pasión.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Cadenas


Su amor fue más allá del enamoramiento. Era mucho más que deseo o pasión. Pasó a ser su Amiga del alma, su Compañera de abrazo, su Cómplice de mirada. Cuando el amor traspasa los límites de la piel, se hace suspiro callado, sonrisa eterna, corazón apaciguado y espíritu cautivo. Nadie será capaz de romper esas cadenas!

Diferencias irreconciliables


Ella bailaba sobre una mesa. Falda muy corta vaquera, diminuto bikini rojo y zapatos negros de tacón fino. Sus movimientos sensuales incitaban a los muchos ojos que se habían posado sobre ella. Sus manos cubiertas por guantes encarnados, recorrían su bella anatomía. Sobre otra mesa cercana, un chico de desnudo torso modelado en el gimnasio y tatuado estratégicamente, con ajustados pantalones blancos al igual que sus guantes, se contoneaba de manera sensual. La música se ralentizaba. Los movimientos, al ritmo. Ellos cruzaban sus miradas. Sabían que cuando acabaran su actuación, marcharían a casa a resolver sus diferencias irreconciliables.

martes, 12 de octubre de 2010

Un bien muy preciado


Mientras degustaban una taza de buen café, hablaron sobre su vida. Su existencia había sido dura por los diferentes acontecimientos que les había llevado a unirse más, a acompañarse en ese largo sendero que une el nacimiento con la muerte. Rieron de buena gana recordando momentos divertidos y se apretaron el brazo cuando les vino a la memoria la nostalgia de aquellas fiestas en las que se reunían, y tantos que ahora ya no estarán más. Pero sabían que eran unos afortunados. Ellos tenían un bien muy preciado. Quizás, el más de todos. La amistad.