miércoles, 13 de octubre de 2010

Diferencias irreconciliables


Ella bailaba sobre una mesa. Falda muy corta vaquera, diminuto bikini rojo y zapatos negros de tacón fino. Sus movimientos sensuales incitaban a los muchos ojos que se habían posado sobre ella. Sus manos cubiertas por guantes encarnados, recorrían su bella anatomía. Sobre otra mesa cercana, un chico de desnudo torso modelado en el gimnasio y tatuado estratégicamente, con ajustados pantalones blancos al igual que sus guantes, se contoneaba de manera sensual. La música se ralentizaba. Los movimientos, al ritmo. Ellos cruzaban sus miradas. Sabían que cuando acabaran su actuación, marcharían a casa a resolver sus diferencias irreconciliables.

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